miércoles, 9 de mayo de 2012

Platicando con Nou


Nou cuyo nombre verdadero es Carlos Defazio, es un músico y dj uruguayo de larga trayectoria nacido en Montevideo en el año 1973, así como un gran erudito musical y uno de los locutores del mordaz programa de radio uruguayo monóculo. 
 
Aun así  es un artista prácticamente invisible, y por ello quizá sus creaciones son también especiales, tienen el sello sagrado de lo fantasmagórico y de lo incorpóreo, y aunque sé que con esta entrevista estoy cometiendo una especie de sacrilegio, porque en ínfima manera contribuyo a volverlo más real, necesito hacerla.   Necesito compartir parte de su encanto y misterio con vosotras, criaturas también fantasmagóricas de la red, que existís y no existís, habitando en ese límite donde se entroncan todos los mundos posibles, donde los cuerpos pierden concreción porque la lectura toma la dimensión de la vida plena, y nos entregamos con toda el alma a ella, como nunca se ha visto en la historia, aunque haya demasiado, demasiado todavía por leer...


1-   Rosanna   Es difícil de creer, para intentar aclarar un poco lo de tu invisibilidad, que en vista de la calidad de tu música y de los años que llevas creando, hayas editado tan poco.  Recuerdo que cuando apareció la escena electrónica en Uruguay, para mí fuiste un guía y un pionero total a nivel más bien estético, pues a principios de los 90s imperaban el rock en todas sus facetas y el grunge, entre otros... y el consenso era todavía muy escéptico en cuanto a la electrónica.  A grandes rasgos era mirada con recelo. 
 Tengo un recuerdo de verte pinchando en el mítico Amarillo si no me equivoco y el local casi vacío, como que no había una aceptación natural de este nuevo paradigma sonoro, aunque supongo que en tu caso también se debía a la carencia casi absoluta de promoción que no va para nada contigo.   Y este electroshock que produjo el cambio de paradigma, lo asocio a la ley de Kuhn cumplida al pie de la letra porque ahora allí, y desde hace tiempo ya se produce bastante electrónica. ¿Cómo explicas tu escasa edición, ¿es intencional o no?

Nou   La no edición o no dedicación a la música en su veta comercial de difusión obedece a las características naturales del medio en que vivo. Como señalas, como dj en los noventa era una odisea en esa época jugarse por la electrónica.
Igualmente, cuando comencé a componer y aun hoy, es un estilo totalmente marginal en Uruguay, todavía dominado por otros géneros de apego como rock, folclore, murga, candombe , salsa, etc.

Por todo ello, luego de una década como dj en un mundo amateur, con mucha dedicación y ninguna retribución económica, me he dedicado a componer esencialmente para mí mismo. En paralelo, dediqué mi tiempo a otros menesteres, (estudio sobre todo académico) y lo artístico fluyó como un cable a tierra más que nada.

La única edición en la compilación Panorama del sello Contrapedal, fue como todo aquí en base a los contactos que uno pueda tener...fue una grata experiencia, pero también implicaba que para continuar en ese circuito, uno debe "producirse" en el sentido de ofrecer un show en vivo, coreografía, etc., aspectos que yo para nada tenía o tengo en mente, ya que no me concibo como algo "comercial" o para show en vivo. También implicaba constante participación en eventos, vernissage, hacer lobby como quien dice, y uno... a cierta edad y en otros rumbos personales (académicos, ya que al poco tiempo de esa edición me marché a Italia para una maestría), hicieron que optara por aspectos más centrados en mi persona y que lo artístico permaneciera en una faz amateur, teniendo en cuenta la pequeñez del medio y la nula posibilidad de sobrevivir en base a lo artístico...En Uruguay, sociedad pequeña si las hay, las reglas del arte de Bourdieu se palpan por doquier...
Al retornar de los estudios en Italia, me dediqué a aspectos mundanos como trabajar, formar un hogar, todas esas cosas, y como siempre la composición musical me ha acompañado como un aliciente para las tristezas y alegrías del diario vivir...

2-    Rosanna     Me siento totalmente identificada desde mi ámbito con eso que comentas de lo esencial de la producción, y de la explotación obligada de esa producción, lo cual tiene una relación intrínseca con la importancia de la imagen que lleva a niveles paródicos la producción incluso del sí mismo.
 Pienso en la época por ejemplo en que lxs artistas se limitaban a su campo, y donde la estética iba asociada pura y exclusivamente a la calidad del producto y no al envoltorio y a la exhibición del mismo, con todo el tinglado que eso implica, y que en realidad escapa, o al menos debería escapar a lo que haces tú en este caso como músico. 
 Esto enlaza con una consecuencia entendible que es la de hacer música para ti mismo.  Considero que esto es un acto de valentía en nuestros tiempos.  Eso sí, un tipo de valentía casi decir solipsista y bastante budista también, en un mundo donde se nos obliga a comercializarnos a ritmo frenético, donde ser faceless es casi vergonzoso.  Pero mi pregunta es: ¿Qué pasaría si consiguieras editar parte de las toneladas de canciones hermosas que has creado, (pues todo sería imposible dada la velocidad de tu trabajo)? Obviamente algunas podrían convertirse en verdaderos hits dentro de un campus claro está, y a grandes rasgos, más radial.  Pienso en temas como Into the eighties o No sé y te aseguro que no pasarían para nada desapercibidos. ¿Qué ocurriría? ¿Qué pasaría por tu cabeza entonces? Esta idea ¿forma parte aunque sea inconsciente de tus deseos o no?

Nou     El deseo de trascender es inmanente a la calidad humana y artística, esto es un hecho innegable, pero uno debe ser consciente de encontrarse como he comentado antes, en un medio pequeño donde las posibilidades de rentabilidad económica de la música electrónica son nulas.
No sólo de ese género sino del arte en general, ya que como toda sociedad tradicional, y a pequeña escala, el arte es condenado por diferente, diverso, alterno, y el artista es visto como el diferente, transgresor, alocado, "el loco", y en dicho rol se tiende a ubicar a quien realiza esas actividades.
Ello se refleja siempre en la frase del tipo "ah sos artista, pero ¿a qué te dedicas?, o ¿de qué vivís?", Eso es mundial, en una mentalidad burguesa occidental, y patente en un país pequeño como este.
Como anécdota del "éxito comercial" de mis composiciones, recuerdo en una oportunidad haberle grabado un CD con mis temas para un baile organizado en el Yatch Club (donde concurren familiares míos asiduamente), en un ambiente netamente de clase alta, y realmente fueron bailados con furor por el público.
No dudo de que sean potencialmente comercializables dichas composiciones, sólo que soy consciente de que uno no ha nacido ni en UK o Francia o Alemania, los centros de producción de la electrónica (ni siquiera digo en USA ya que allí siempre ha sido algo marginal)...
Por ello, uno debe adaptar sus pretensiones o deseos de trascendencia, y la permanencia que logre como artista, queda en una faz de los afectos como familia, o amistades a quienes uno muestra sus composiciones.






"no me concibo como algo comercial         
o para show en vivo


3-    Rosanna      Justamente quería llegar ahí, a tu perspectiva sobre la fama.  Teniendo en cuenta que tiene ese importante lado tóxico que asusta, y que ser consciente de ello es la clave para no pirar en una cultura obsesionada por la fama, ¿no piensas que vivir de tus creaciones sin llegar a rozarla podría ser posible en Uruguay?


Nou      Como te decía en mi respuesta anterior eso queda totalmente descartado en este país por las dimensiones minúsculas del medio.  Puedes en esa hipótesis hasta editar internacionalmente por internet etc., etc., etc., pero al momento de sobrevivir, o emigras o vives de otra cosa como sucede aquí con todo el arte.  Para poder desarrollarte como artista debes contar con un capital social del cual carezco en el sentido de prescindir de las necesidades del diario vivir, o ser de alta alcurnia como sucede a menudo en los casos de artistas dedicados exclusivamente a eso.
Aquí la fama es algo mundano relativo... el uruguayo por idiosincrasia es hasta temeroso o reticente a las grandes demostraciones... es una sociedad chica, tradicional, en el cual todo tiende a nivelarse al medio, y aun en la hipótesis de trascender o ser conocido, no tiene la repercusión que obtendrías en por ejemplo Argentina, Brasil etc.

4-    Rosanna   ¿Cómo interpretas entonces la fama? ¿De modo reticente como Salinger, tipo virus del reconocimiento, como una adicción o un término medio?

Nou      Algo medio, lo de Salinger es exagerado...es parte de su personaje también.  La fama es la repercusión de los medios de comunicación sobre la imagen que proyecta un artista, no sobre la persona en sí.  Si ambas cosas las confundes pues te ocasionas un problema psicológico grave.  Jeje... pero aquí en Uruguay ¡eso no existe! Siempre que una persona sea suficientemente centrada para no desnortearse por ella... por ejemplo casos como los rock stars, o actores demoliendo hoteles al decir de Charly García,  eso en un ejemplo extremo de la fama.

5-  Rosanna   Uno de mis temas preferidos tuyos es Hibernia, de hace ya bastantes años.  ¿Recuerdas qué pasaba por tu cabeza cuando lo compusiste?   Porque me obsesiona esa capacidad que no siempre se tiene cuando se crea que es trascender el exterior, es decir, haciendo que el interior de la persona se vuelva transparente.  Será que estoy leyendo la biografía de  Isadora Duncan, y su total entrega artística la asocio a tu trabajo.
 Sería algo así: Cuando escucho algunos temas musicales, pueden gustarme, pero no siempre me transmiten la sensación de volar más allá, me estoy refiriendo a una instancia mística o religiosa que en este contexto al que me refiero significan lo mismo.  Es decir, a grandes rasgos, es como si consiguieras transportar tu estado anímico con una exactitud asombrosa y unos matices que en matemáticas podría equipararse a las ecuaciones más complejas. 
Por supuesto que me refiero a un plano emocional, pero paradójicamente se percibe una estructura de fondo, como una muy trabajada textura armónica que sostiene todo ese caos, ese increíble campo de turbulencias emocionales.  En este sentido, en la meticulosidad que aplicas a nivel de matices, pienso que tu trabajo se parece al de Autechre, hay una coraza de sonidos que se repiten, algo a lo que aferrarse, pero no te quedas ahí, como sucede en la mayoría del minimal, sino que esta coraza sirve para mostrar un  interior inquietante, inimaginable, que lo es todo menos estructurado, creo que hasta sería posible llevarlo al campo del psicoanálisis, tal es la riqueza de este interior... no sé si logro expresarme.  Sin duda hay mucho texto, mucha lectura en tus temas, y me refiero no sólo al universo académico, antropológico-filosófico-literario, sino al mundo fílmico. 

Nou      Sí, es la idea de la música o el arte.  En la música es más fácil o más evidente que en otros campos porque es emotiva.   Recuerdo que la sensación de tristeza y soledad que reflejaba mi estado o espíritu de entonces se transmitió a la composición.  También rememoro que fue ex profeso un estilo de ese tipo, entre lo electro algo retro, y la melodía de congoja, por ello el título, que se vincula al invierno, a lo gris.

La idea era realizar algo estilo trance pero con un tinte gótico o sombrío, que reflejaba precisamente el estado de ánimo personal de ese entonces.
También rememoro que en esa época estaba utilizando sampleos de películas o documentales antiguos y uno utilizado en esa composición se relacionaba a la segunda guerra mundial.

La música como señaló Nietzsche, es quizás el arte más expresivo y emotivo, más que la literatura o la pintura, ya que los sonidos provocan de inmediato una respuesta emocional en quien la disfruta.  Considero que el encanto que reside precisamente en la música, es la capacidad que posee cada individuo para brindar un tinte personal a su creación, aun utilizando los mismos medios de creación (ya sean acústicos o electrónicos, eso no es lo que importa9...  Creo que si bien uno como artista tiende a veces a la repetición y la auto referencialidad intrínseca a la producción constante de patrones y modelos, igualmente a largo plazo, se siente satisfecho cuando sus composiciones, sea en el género que fuere (visivo, escrito, sonoro), conlleven el sello distintivo o reconocible de su mano.

6- Rosanna    Ajá.  Esto del cine que comentas me parece crucial.   ¿En qué medida influye el cine viejo en tu música? Al escucharte salta a la vista que eres cinéfilo empedernido, pero de un tipo especial de cine, como decías antes, tu trabajo, a grandes rasgos es gótico y siniestro.  Por otro lado enlazo con otra pregunta:  Tu música no sólo se escucha, también se ve debido a esta transversalidad de la que te sirves, y transmites esos estados emocionales de los que hablas y que derivan en una empatía enorme con el público.  Ayer justo estuve mirando un documental sobre el fenómeno que existe de la sinestesia.  En verdad creo que tu música es totalmente sinestésica. ¿Cómo explicas esto?

Nou     Como se esbozaba en la anterior respuesta que te comentaba, efectivamente siempre me ha complacido el séptimo arte, sobre todo las vanguardias (nouvelle vague, neorrealismo, angry cinema, géneros como el cine negro, ciencia ficción, terror, sobre todo los clásicos americanos, todo el cine clásico de Hollywood es la mejor época del cine, o maestros europeos como Tarkovsky, Herzog, Wenders, etc., ¡la lista es infinita!).

Desde adolescente seguí todas esas vetas en la cinemateca de aquí, luego video, por fin internet hasta hoy...
Creo que en la época en que comencé a componer mis temas, cerca del 2002, efectivamente hubo un primer período donde a falta de vocales, muchas veces experimentaba con el sampleo de películas, o documentales, para en base a ello comenzar un esbozo de fondo musical.

De hecho, recuerdo claramente tomar muestras de películas que daba el canal Europa Europa, de autores como Herzog, Polanski...
Lo siniestro o gótico es un género que tanto en la música como en el cine, remiten quizás al antecedente inmediato literario, los románticos del siglo XIX (Shelley, Byron, etc)., dicho estilo se caracteriza justamente por la predominancia de lo emocional, y permite una mayor expresividad de tu espíritu interior primero para con uno mismo como artista, y en un segundo plano con la audiencia.

Por lo cual, creo que ha sido tanto una elección instintiva propia, de gustos ya que siempre preferí esos artistas (tanto en literatura: Poe, Lovecraft, Lautremont , etc)., como en el cine (todo el terror clásico)... y en la música, el estilo que me forjó en la adolescencia fue justamente el gótico, o dark, (grupos como The Cure, Bauhaus, Siouxsie and the Banshees, Sisters of Mercy, Joy Division, Nick Cave, PIL, remarco los más influyentes)...
Lógicamente , al componer aunque fuera en estilo electrónico, esta preferencia se trasluce en muchos estadios o momentos de mis temas (tanto en las melodías, armonías en tonos menores o disonantes), como en esa mixtura de elementos contemporáneos electrónicos (sobre todo en el timbre de los sonidos), con la estructura melódica que rememora al gótico.

Además, al momento de versionar artistas, en mis covers siempre he incluido temas de esos grupos...
La transversalidad la considero inmanente a quien guste de todo el arte, siempre me he percibido como una persona fuera de época, en el sentido de poseer cierto espíritu holista o renacentista, de alguien que se interesa por distintas disciplinas o estilos artísticos, y por ello, si tal predilección se refleja en mi música, me doy por satisfecho en que se pueda transmitir ese aspecto de mi personalidad.
Siempre me han dicho que efectivamente mi música es cinematográfica, yo busco eso adrede también, la creación de estados de ánimo y paisajes musicales que te embarquen en una travesía, que induzcan a la reflexión, que sean en sí mismas capaces de transportarnos en cierto viaje, a manera de un opiáceo o estimulador de la reflexividad, y de la potencialidad de nuestro estado de ánimo y emotivo.   Recuerdo precisamente que de adolescente, época en la cual la emotividad está a flor de piel, la música que mayor cualidad o trascendencia tenía; lograba en mí, ciertos estados interiores similares al de la lograda artificialmente.  Y eso sólo lo consiguen ciertos artistas o estilos...



Continuará  ( como en los viejos tiempos )























 







  


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