domingo, 30 de septiembre de 2012

Historias de vida: Xesús do Breogán

Del post 29/09/12

Xesús do Breogán nace en Foz (Lugo) el día 11 de Diciembre de 1950. Es bautizado con el nombre de Jesús Basanta Martínez, hijo de Jesús, de profesión fogonero de barcos de cabotaje y de Cándida, modista de profesión y gran maestra en los fogones de la cocina tradicional gallega y repostería.

Jesús estudia la entonces llamada enseñanza primaria en un colegio de religiosos en el mismo Foz (colegio gratuito donado por la fundación Martínez Otero), pero las profesiones de sus padres son un gran impedimento para sus estudios, pues su padre navegando y su madre cosiendo de casa en casa, hace que Jesús no pueda asistir en muchas ocasiones al colegio, e incluso padeció de sordera hasta los quince años, lo que le impedía seguir las clases al cien por cien.

A los 14 años aprende a tocar el laúd bajo la dirección de Jesús Gil Nécega (Yusi), un profesor de ese mismo centro, donde Jesús estudiaba, y con 16 años aprende en solitario a tocar la guitarra.

Con quince años entra a trabajar en la imprenta local y después de un tiempo, abandona dicho trabajo y se dedica al pintado de viviendas, pero a los veinte años vuelve definitivamente a trabajar en la misma imprenta, con otro propietario.

Su acentuado galleguismo lo lleva a que sus amigos lo apoden Xesús do Breogán, frase extraída de uno de los versos del himno gallego, que donde se canta “fogar de Breogán”, ellos le coreaban Xesús do Breogán.

A finales de 1972 es llamado a filas y después de hacer el campamento militar en Parga (Lugo), lo destinan a A Coruña ocupando un puesto como tipógrafo y maquinista en la imprenta del cuartel de Capitanía General.

A pesar de no ocultar su acentuado galleguismo, no ve inconveniente ninguno en el cuartel militar, aunque estaban prohibidos los idiomas regionales, hasta el punto que siendo cogido infraganti por un sargento en la propia imprenta, e imprimiendo unas tarjetas de Navidad en idioma gallego, en vez de ser castigado, le fue ordenado hacer esa misma tarjeta y con el mismo texto en gallego, para varios altos mandos militares.

A lo largo de su vida colabora en varios festivales benéficos para el Asilo de Foz tocando la guitarra como cantautor y en 1974 pasa a colaborar en la creación de la rondalla local Latexos que duraría siete años y por la que pasaron casi todos los niños y niñas de Foz y de otros pueblos próximos, siendo para Foz el segundo referente musical de la historia de la villa.

En 1974 contrae matrimonio del que tiene una hija, pero su falta de entendimiento con su pareja, le lleva a divorciarse a los siete años de su boda, siendo uno de los primeros de A Mariña en divorciarse. Hasta la actualidad no volvió a vivir con ninguna mujer, aunque sí tiene pareja a la que trata como esposa.

A lo largo de su vida colabora desinteresadamente en distintos festivales y él mismo se hace fundador de eventos musicales y otros actos de tipo cultural llegando incluso a organizar dos misas de Navidad escenografiadas, cantadas y coreografiadas.

Con la llegada de la democracia, legalizados los idiomas autonómicos y autorizando la traducción de los nombres al idioma autóctono, Jesús cambia su nombre legalmente al idioma gallego en 1986, siendo el primero en toda la Mariña de Lugo, y de Jesús pasa a ser Xesús, ya que en idioma gallego no existe la letra jota, y ésta es sustituída en algunos casos por la letra equis.

En el año 2003 saca a la calle su primer libro titulado Foz: Historias, contos e lendas (Foz: Historias, cuentos y leyendas), pero un año más tarde, la imprenta en la que trabaja se ve obligada a cerrar por falta de trabajo.

A los trece meses de estar en el paro, lo contratan para el ayuntamiento donde hace varios trabajos a la vez: Recuperación hidronímica de la Costa de Foz, Monolitos informativos de turismo, diseña varios folletos turísticos, lleva a cabo toda la señalización de información de tráfico de Foz, varios murales de fotos antiguas de Foz, tres libros más, (dos de fotos antiguas y uno de hidronimia de la costa), realiza diversas charlas en los colegios sobre historia de Foz en fotos, Foz ayer y hoy, también por fotos, narración de leyendas de Foz a las niñas y niños y construcciones singulares, así como otras charlas sobre la elaboración del lino y los distintos tipos de vestidos de épocas en un siglo de diferencia y consigue a la vez hacer una colección de fotos antiguas todas del pueblo. Dicha colección ronda las quince mil, así como también varios miles de fotos actuales hechas por él mismo.

Actualmente está preparando otro libro que llevará por título “Foz ayer y hoy” con fotos antiguas y actuales, mostrando la diferencia de Foz en más de un siglo, y otro libro-concierto sobre varias composiciones musicales de su creación, con letras de poemas de niñas del Colegio Público N.º 1 de Foz. Estas poesías fueron ganadoras de primeros premios en 1980, y dicho libro irá acompañado de un concierto de esas composiciones que está previsto presentar en el 2014, año en que dicho colegio cumplirá las bodas de oro.





sábado, 29 de septiembre de 2012

Continuación do diálogo con Xesús do Breogán: coidador de lendas


chorima (flor do toxo)


Del post 27/09/12










R- Comentas muchas cosas y estoy de acuerdo con la mayor parte de lo que dices, pero me emociona especialmente que menciones a tu madre costurera y a tu padre marino, pues se trata de mi caso; como tantos otros casos de habitantes de pueblos costeros. También mi padre y mi madre ejercieron las mismas profesiones. Tengo la imagen también de aquellas costureras que llevaban la máquina de coser en la cabeza, en la época de cuando iban de casa en casa.  Esto es debido a una escena de la película fozegos por amor, un proyecto tuyo del que hablaremos más tarde.  No puedo evitar tampoco, ya que nombras lo de la lengua con la insistencia inevitable de quien ha sufrido el insólito dolor de no poder expresarse en su idioma, es decir, quien ha sufrido el golpe de la eliminación de todo un sistema de pensamiento (pues eso es la lengua); preguntarte cuál es tu opinión sobre el caso reciente catalán. Mira, hace pocos días en clase hablamos de esto con algunas compañeras. Fueron momentos muy escabrosos y polémicos. Me doy cuenta de que hablar de la independencia en países minoritarios, es tocar una herida profunda en muchísimas personas, incluso cuando éstas son parte de esta minoría.
Pienso que es un tema no resuelto donde ambas partes no dejan de tener razón. A mí personalmente me frustra no tener una respuesta, o no vislumbrar la respuesta que es casi más desolador.




X- Es lamentable que las heridas del pasado nunca cicatricen y al mínimo tocamiento vuelvan a doler o sangrar. ¿Quién ha olvidado la sangría que le hemos hecho a Sudamérica? Aún está latente en las mentes de muchos de sus conciudadanos y el dolor de esa cicatriz es imborrable.


Cuando se habla en España de independencia (y yo fui uno de ellos cuando era más joven), yo creo que no se sabe de lo que se habla. Hoy que todos nos necesitamos y que solos no somos nada, hablamos de independencia como si fuera comer un caramelo.
En el año 1993 la parroquia o núcleo de población de Burela perteneciente al municipio de Cervo, consiguen la segregación y hoy Burela es ayuntamiento, pero ahora ellos mismos al ver cómo crece la población, se preguntan ¿y hacia donde nos extendemos?, porque hacia el Oeste no pueden porque es territorio de Cervo, hacia el Este tampoco pueden porque es territorio de Foz y al Sur es totalmente montañoso que el propio hospital ya lo tuvieron que construir en la ladera del monte, y yo me pregunto ¿ahora qué futuro tienen?
Posiblemente que la única autonomía de España que sobreviviera con la independencia fuera Galicia porque tenemos de todo, pero yo a veces digo, sí, lo tenemos todo, pero a la hora de competir ¿qué hacemos?, ¿a dónde vamos? Nosotros tenemos naranjas, pero mejores son las de Valencia. Aquí tenemos aceite, pero es mejor el de Andalucía. Tenemos muy buenos vinos, pero ¿y los Rioja o Ribera del Duero? Tenemos muy buen pescado, pero la importación nos demuestra que no somos únicos y la prueba está en que hoy comemos en todas las ferias de Galicia el pulpo de Marruecos. Tenemos una buenísima gastronomía, pero… ¿Y Asturias, Cantabria y País Vasco? Tenemos las mejores playas de España, pero ¿dónde va el clima playero?


Es como cuando un joven se quiere independizar, pero luego quiere ir a casa de sus padres a comer porque "los guisos de mamá no son como los que hago yo", "y si tienes tiempo, mamá, plánchame esta camisa que yo no lo hago como tú". Para independizarse primero tendrían que vivir un tiempo solos, y luego ya hablaríamos.
Cuando hablamos de los grandes proyectos de la NASA, pensamos en EE.UU, pero amigos, todo hay que decirlo en la NASA también hay grandes cerebros españoles y de otros países, pero la marca y la bandera es EE.UU.



R- ¿En cuanto a las funestas declaraciones recientes de Dolores de Cospedal manifestando que el 25 S se equipara al golpe de estado?



X- Tú ya sabes que a las frases de los políticos no hay que hacerles caso, y menos a los politiquillos de hoy. Abren la boca antes que el cerebro y así nos va. ¿Cómo va a comparar un asedio militar armado o intento de golpe de estado con una manifestación cívica de un pueblo machacado y desangrado? ¿Es que creyeron que nunca les iba a tocar a ellos que el pueblo se revelara? Si yo fuera político y el pueblo se me revelara, yo dejaría la política, pero es que nuestros políticos no piensan en el pueblo, piensan solo en sus beneficios y lamentablemente el único honrado y honesto de nuestros políticos, hoy tiene 80 años y está con Alzhéimer: Adolfo Suárez, al que hoy admiro y venero y que desgraciadamente nunca voté.


¿Te has fijado o has escuchado como hirió de muerte Rosa Díez de UPyD al pueblo gallego?, pues se le pidió que rectificara y se negó, y yo ahora me pregunto ¿qué futuro tiene UPyD en Galicia?, pues aún hay algunos que no se han enterado y la votan porque “hay de todo en la viña del señor”, pero ya verás, pronto habrá elecciones y les seguirán votando porque somos gilipollas y masoquistas por naturaleza.





R- Por último, quisiera que te explayaras más en tu proyecto fozegos por amor, los Romeo y Julieta focenses. Es una de las historias más fílmicas que he escuchado en Foz. Pienso que aquello que dijo Almodóvar entre muchas otras personas cineastas, de que la realidad supera a la ficción, se cumple aquí redondamente, con esta historia tan apasionada, pero sobre todo tan trágica.  Sería interesante dejar huella de este maravilloso proyecto con la recreación de este relato verídico que tienes en mente.


X- Esta historia por la que me preguntas, cuando hablo de ella me pierdo, pues como dices, es una realidad que supera con creces la ficción.  Se trata de dos matrimonios, uno procedente de San Cristovo de Armariz en Ourense y el otro de Cospeito en Lugo.
Coincide que ambos matrimonios sin conocerse entre sí, deciden venirse a vivir a Foz y montar aquí sus negocios, el de Ourense era de los viejos afiladores y paragüeros que trabajaban de hojalateros y el otro matrimonio trabajaban de sastres.
El afilador llamado Manuel y su esposa Ramona tenían un hijo llamado Nicanor que nació en San Cristovo de Armariz y el sastre se llamaba Eliseo y su esposa Amparo y tenían cuatro hijos, una de ellas, nuestra protagonista que se llamaba Emérita.
Esta parejita, Nicanor y Emérita se conocen en Foz y se hacen novios. Tenían 19 años ella y 20 años él y su relación se hace excesivamente romántica para la época en que surgieron los hechos, en el año 1929.

Nicanor y Emérita eran también demasiado liberales porque hacían cosas incomprensibles de hacer en público para aquellos tiempos, como por ejemplo cogerse de la mano al pasear o ir de gancho o con el brazo sobre el hombro de ella, por lo que eran muy criticados por el vecindario y era muy bochornoso para ambas familias. Pero tanto por parte de Manuel y Ramona (padres de Nicanor) como por parte de Amparo y Eliseo (padres de Emérita), su relación no tenía motivos de prohibición, aunque los escándalos de los jóvenes no dejaba en silencio a ambas familias.

Pero el problema de los jóvenes Nicanor y Emérita, no eran las críticas de los vecinos ni las riñas de sus familias, el problema era que ambos se atiborraban de lecturas "nocivas", lecturas de novelas de amor cuyos finales eran todos dramáticos o de muertes, lecturas como por ejemplo de Literatura romántica de José de Espronceda, La Regenta de Leopoldo Alas (Clarín), Madame Bobary de Gustavo Flaubert, Ana Karenina de León Tolstói, Don Álvaro o la Fuerza del Sino de Duque de Rivas, etc.  Estas lecturas llevaron a los jóvenes a un estado psicológico similar al de Don Quijote, del que ya sabemos que de leer tantas novelas de caballeros andantes, quiso emularlos y se convirtió en uno de esos personajes de leyenda.
Nicanor y Emérita también quisieron quedar en la historia y ser protagonistas en alguna novela, por lo que decidieron suicidarse juntos, para así poder pasar a las páginas de alguna de esas novelas como las que ellos leían.


Su primer intento de suicidio fue que se subieron a una barca y al salir del puerto de Foz y llegar mar a dentro, arrojaron al mar los remos con la idea de que el mar se los tragara, pero el intento les falló porque justo en ese momento, un barco entraba al puerto y al ver a la pareja creyendo que estaban en apuros los socorrieron y los trajeron a puerto.
El segundo intento fue el de tirarse al mar desde un precipicio llamado A Soalta que tiene unos quince metros de altura y el fondo es muy rocoso, pero tal comentario de la pareja fue escuchado por una vecina, que al oírles tal barbaridad se enfrentó a ellos riñéndoles, por lo que la pareja en un principio aplazó su idea.
Y el tercer y último intento fue basado en la novela de Romeo y Julieta.  Y allá se fue la pareja con el libro debajo del brazo al cementerio parroquial y sobre una tumba se dispararon un tiro de revólver en la sien. Primero Nicanor le disparó a Emérita y después se disparó a sí mismo con tan mala pata para ambos, que la bala atravesó la sien de cada uno de ellos, pero no murieron, eso sí, se quedaron los dos ciegos.
Al desaparecer la pareja de casa, se montó un dispositivo de búsqueda entre las familias, vecinos, autoridades y guardia civil, pues los jóvenes yacieron gravemente heridos y sobre la tumba en el cementerio día y medio, debiendo destacar que la primera noche del día 17 al 18 de septiembre, llovió copiosamente toda la noche y ellos a la intemperie.


A las 20,00 horas del día 18, fueron hallados por casualidad, por una costurera que volvía del trabajo a su casa y que utilizó el camino del cementerio para volver, porque por ese camino se atajaba y al escuchar unos lamentos en el interior del campo santo, se introdujo en él y se encontró con el macabro espectáculo.
A pesar de todo, estuvieron tirados sobre la sepultura a la espera de la llegada del juez de Mondoñedo (a 24 Kms. de Foz con carreteras y vehículos de aquella época) para que instruyera las correspondientes diligencias y acto seguido Nicanor fue trasladado al hospital de Lugo y Emérita no pudo ser trasladada debido a su delicado estado.
Emérita murió el 21 de Enero de 1931, 15 meses después de la tragedia, y sus padres decidieron regresar a su localidad de origen, Cospeito, pero la madre murió a los pocos días llevada por la tristeza. El padre también duró muy poco tiempo, al igual que el único hermano varón de Emérita, llamado Luis, que se quería casar con su novia, la cual tres meses antes de la boda enfermó de tuberculosis y falleció. Luis se marchó a una localidad próxima a Cospeito y se arrojó a la vía del tren dejando quedar allí su vida.

Nicanor, a pesar de estar ciego, siguió trabajando de hojalatero y se casó con una vecina suya con la que tuvo dos hijos.

Falleció el día 1 de Marzo de 1962. 




Te agradezco el tiempo dedicado Suso. Hace mucho que quería concretar este diálogo.  En breve publicaremos una biografía tuya con alguna foto de Foz de antaño. 

Nota: las fotografías expuestas son también cedidas por Xesús do Breogán.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Maileando con Xesús Basanta Martínez (Xesús do Breogán): escritor, minero de leyendas



Luego de un largo paréntesis veraniego, proseguimos esta serie de conversas con artistas, creadoras y creadores de letras, pinturas, manifiestos, canciones...que trabajan en la invisibilidad.  El arte de Xesús Basanta Martínez (Xesús do Breogán), consiste en su fijación por el pasado.  Porque en nuestro adictivo globo veloz, lo viejo cuando se utiliza es para convertirlo en nuevo, en un nuevo y distinto elemento, olvidándonos en este proceso, de que ya existía, perdiendo así, cuando la mutación es fallida, su filosofía original.  Por ello la elección de este oriundo de Foz como minero, pues él, como cada vez menos osados, se sumerge en oscuridades profundas para encontrar los datos primarios borrados, escondidos, despreciados.  Con todos los desprendimientos que eso conlleva.  Mucha palabra es por otra parte, en estos frágiles momentos vividos en Asturias, la de minero. 

 
R- Desde que tengo memoria, de los trece largos años que pasé en Foz, (Lugo) apareces en mis recuerdos como una persona dedicada más que al pueblo, que también lo estás; a algo muy valioso y que paulatinamente está desapareciendo, y me refiero a la historia, cultura, antropología-mitología, de Foz. No conozco a nadie más que lo haga con el esfuerzo y pasión que lo haces tú. Si hay una historia o leyenda que recuerdan algunas personas ancianas, seguro que tú también te afanarás en cavar hasta encontrar toda la información posible. ¿Cómo te gustaría definirte en este trabajo arqueológico de saberes perdidos?



X- Mi querida Rosanna, te voy a escribir en castellano o eso intentaré, aunque sabes perfectamente que ese idioma no lo mamé y fui obligado y forzado a aprenderlo bajo severos castigos, en aquella mi infancia, escolarizado en un colegio de religiosos los cuales nos castigaban por cada frase que se nos escapaba en idioma gallego y el castigo era doble, pues te obligaban a escribir toda la libreta con la frase “no debo hablar en gallego porque es idioma de pobres”.  Luego en casa tus padres te pegaban unos azotes porque en aquella época los profesores siempre tenían toda la razón y al mismo tiempo tus padres no tenían dinero para comprarte otra libreta. Aquellos profesores religiosos te decían que no debías hablar en gallego porque era idioma de pobres y de su cuello colgaba un crucifijo y ellos mismos te decían que Cristo nació en un pesebre para demostrarnos su humildad y pobreza.

Me preguntas cómo me definiría ¿qué quieres que te diga de mí mismo?, si hablo bien sería presuntuoso, y no sería lógico que yo hablara mal de mí.

Verás, yo no soy el único focense que intenta recuperar esa historia de Foz que no está escrita, esa historia que fue creada por hombres y mujeres del Foz de ayer y que también se merecen quedar en la historia de un pueblo, como también quedaron las  culturas celtas, las íberas, las cartaginesas o los romanos o los árabes. Quizás estas gentes no han hecho monumentos, ni ganado grandes o pequeñas batallas, pero tienen su historia, tienen sus aventuras o ¿no es lógico que un hombre con su pequeña barca y él solo pescando día y noche sacara adelante a sus doce hijos con la ayuda de su mujer? Eran otros tiempos, pero eran malos tiempos, aquellos tiempos en los que todavía el cielo de España olía a la pólvora de la guerra civil, pero con su incansable labor dio de comer a su mujer y sus doce hijos.

Tú, que ya conoces la historia de Nicanor y Emérita, esos dos jóvenes focenses que influenciados por lecturas "nocivas", como le ocurrió a Don Quijote, se fueron un día al cementerio parroquial queriendo emular a Romeo y Julieta y sobre una tumba se tiraron un tiro en la sien y ya sabes que no murieron y ambos quedaron ciegos, estando tirados en el campo santo día y medio sin ser localizados y ella muere a los quince meses del triste suceso...

Yo no me defino como un investigador de la historia local. Ya sabes que mucha de ella ya está escrita por grandes historiadores gallegos como por ejemplo el mariscal don Pedro Pardo de Cela, último señor feudal de Galicia, o la historia de nuestra gran Basílica de San Martiño o el Condado de Fontao, el castro romanizado de Fazouro o de cuando los ártabros y tartesios vinieron por estos lares a la captura de la ballena destacando en esta labor siglos más tarde, los puertos de Nois, Foz o Burela en los siglos XVI y XVII.

No soy quién para definirme, pero es que creo que si en Altamira hay pinturas rupestres que merezcan nuestra atención, también para mí la tienen muchos de mis conciudadanos que por salvar una vida arriesgaron la suya, y se merecen todos los honores para que yo o cualquiera escriba sobre ellos, no haciéndoles por supuesto ningún favor.

R- Cuando era pequeña, eras docente de guitarra. Recuerdo que mi madre me insistió en que fuera a aprender contigo, pues muchos niños y niñas de Foz se apuntaron al taller que duró años. Fue todo un acontecimiento pues tengo entendido que estas clases eran muy lúdicas. Es tarea difícil convertir la música tradicional en algo festivo que guste a la infancia, no sé...me lo imagino, quizá no sea así, pero yo recuerdo que mis padres me enviaron a clases de muñeira cuando apenas tenía seis años y sólo duré una semana o dos. Fue un fracaso total, la profesora llegaba a usar sus manos para colocarme las piernas en la posición correcta, pues nunca las colocaba bien. ¡Me acuerdo de que no lo hacía con nadie más! Por suerte me quedó la poesía. Y hablando de poesía... hace poco me enteré que la destacada poeta Luisa Castro también de Foz, fue alumna tuya. Háblanos un poco del proyecto rondalla, de cuánto tiempo duró, el motivo del cese, etc... tráenos aires del pasado.



X- Referente a la rondalla es un tema que no me gusta mucho tocar y al hablar de “tocar” no me refiero a un instrumento musical.  La rondalla llamada Latexos (Latidos) nació un cuatro de Octubre de 1974. Fue fundada por un padre marista llamado Benedicto Sáez.  Cuando comenzamos, él tenía catorce alumnos con dos años de experiencia, yo tenía ochenta y cuatro y que acababan de empezar por primer año.

Es cierto como dices que allí estaban todos los niños y niñas de Foz y alrededores, pero de los más de ciento veinticuatro que había por curso, sólo veinticinco servían para tocar. Te preguntarás ¿por qué?, pues porque al entrar tanto niño a formar parte de la rondalla y como los ensayos eran viernes, sábados y domingos, los niños que no estaban en la rondalla se quedaban solos y no tenían compañeros para jugar porque estaban en dicho colectivo y aparte de eso les organizábamos muchas excursiones gratis por lo que se apuntaba todo “quisque”, y luego la mayoría de ellos no se esforzaban por tocar y sólo eran bultos que no hacían más que estorbar.

¿Por qué se deshizo?, pues se deshizo porque al entrar una nueva directiva de padres, uno de ellos era corresponsal de un periódico provincial, y se dedicaba a criticar a los profesores, y aparte de eso se creó una directiva juvenil.   A dichos miembros, los de la directiva de padres les dieron carta blanca y mandaban más que nosotros y al perderse el respeto, decidimos abandonar, y la rondalla se deshizo.

Tampoco y a causa del sistema establecido, la rondalla no tenía futuro, pues al llegar el verano, el marista se marchaba de vacaciones y yo me tenía que hacer cargo de todo, pero yo era el que les enseñaba desde el principio y el marista era el que los dirigía cuando yo ya los tenía formados y claro, yo no podía dirigirlos porque no conocía los temas musicales que él les enseñaba y aparte de eso, los componentes de la rondalla sólo iban a las actuaciones que les convenían y en otras me dejaban colgado, pues los que tocaban bien no iban, y sólo aparecían los que no lo hacían bien.

Imagínate, en una ocasión quisimos disimuladamente separar a los buenos de los malos (manejando el instrumento, me refiero), pero apenas lo hicimos, ellos se dieron cuenta y los que tocaban mal, se lo dijeron a sus padres y vinieron a nosotros con espada en mano y tuvimos que cesar en el intento. Nuestra idea era la de hacer una buena selección para tener una buena rondalla, pero los padres de los que no tocaban bien, nos aplicaron la ley de igualdad y tuvimos que abandonar el ambicioso proyecto.

En el año 2003 quise recuperarla, e hice un llamamiento al que acudieron unos treinta y siete, que se quedaron en poco tiempo en nada, pero descubrí la poca memoria que tenían todos ellos, pues todos me daban por un alumno más y no por quien un día les enseñó a manejar un instrumento de música, quien les organizaba los viajes, las actuaciones, las meriendas, la festividad de Santa Cecilia (patrona de los músicos), etc., etc. Le hicieron un homenaje impresionante al marista que la fundó y de mí, casi ni se acordaban, de que fui quien en realidad manejé todos los hilos para que esa rondalla durara siete años, que sin mí (y es muy feo que lo diga), la rondalla no llegaría al primer año de su creación. Pero la diferencia de todo esto está en que yo me siento orgulloso de todo ello y si ellos lo han olvidado, peor para ellos, porque como olvidaron eso, también olvidarán otras cosas muy importantes como son los valores del propio ser humano.

Me preguntas si la reconocida escritora Luisa Castro fue mi alumna de rondalla, pues sí, fue mi alumna de rondalla, pero su hermana Rosa Castro, presentadora y guionista de series de la televisión de Galicia, era mucho mejor música que ella y para mí Luisa, apartando su lado humano, no me dice nada profesionalmente hablando, pues como sabrás, hay fiebres que no contaminan, como pueden ser la hermosura o la intelectualidad que Luisa las tiene, pero ni Luisa ni nadie me ha contaminado, porque ni soy hermoso ni intelectual. Yo no soy el clásico adulador, vividor o pelotas, que por haber dado unas pocas clases de bandurria a una famosa de hoy, pretendo vivir de su historia o explotar su popularidad. Me alegraría que Luisa Castro llegase a ser un premio Nobel en literatura, pero yo nunca dije (y tú lo sabes por no sé quién, pero no por mí) que ella fue mi alumna de bandurria, pero para mí fue una alumna más. Como focense, estoy muy orgulloso de ella, pero no puedo ni debo explotar lo poco que hice por ella como alumna de bandurria. Puede que yo no fuese buen profesor y por ello, ella no destacó como alumna de bandurria y debo decir, que nada me debe, porque ese trabajo a mí se me pagó en su día.



R- Ahora pasemos a uno de tus libros, tu recopilación Foz: historias, contos e lendas es fantástica, un libro que sacó adelante si no me equivoco, la Diputación Provincial de Lugo. Lo usé como libro de cabecera para la elaboración de mi propio ensayo "El cantar de las brujas", sobre la magia y brujería aplicadas al género que publiqué ya hace seis años. A nivel fotográfico también es espléndido. Son impactantes las fotos de esqueletos de barcos, pues asocio estos esqueletos con los humanos. Es inevitable la asociación, ya que no le damos demasiado importancia al esqueleto cuando es la base de la creación.
Es sobrecogedor pensar que en el fondo somos todos iguales: barcos, casas, personas... ¿qué te llevó a escribir un libro sobre historia oral, tradiciones, sucesos y leyendas relativas a Foz en aquellos años? ¿Fue una tarea difícil? ¿La volverías a repetir? Siendo consciente de todos los saberes que se están perdiendo, más en culturas como la gallega que poseen todas las características de minoría y que  debido a ello, es muy sólido el empuje que ofrece la disidencia frente a una uniformización impuesta y galopante...



X- Tres preguntas en una, la primera ¿qué me llevó a escribir un libro sobre historia oral, tradiciones, sucesos, leyendas relativas a Foz? A mí jamás se me ocurriría escribir un libro. Para mí un libro es algo muy serio, algo sagrado y yo no tengo la preparación suficiente para escribir un libro.

Verás, cuando yo era niño fui muy poco a la escuela. Mi padre era marinero y vivía en el mar; mi madre era costurera de aquellas llamadas modistas que cosían de casa en casa y como al ir a trabajar lejos de Foz y al no tener con quien dejarme para ir a la escuela, pues me llevaba con ella y así fue que perdía días, semanas y alguna vez hasta un mes entero de colegio. Por si fuera poco, a esto le hay que añadir que hasta los quince años yo fui sordo y a pesar de que me sentaban en el primer pupitre de delante, yo no escuchaba las explicaciones del profesor.

A los quince años comencé a trabajar en una imprenta y casi toda mi vida trabajé en el mundo de las artes gráficas y eso me ayudó a formarme algo en el mundo de las letras.

¿Cómo nació mi primer libro? Pues mi primer libro nació por casualidad y no por mí. Te cuento: Yo compartí madrina de bautismo con Juan Carlos Fernández Pulpeiro, jefe de prensa y protocolo de la Excma. Diputación Provincial de Lugo. Este ente público realizó un precioso vídeo sobre la localidad de Viveiro y ese vídeo llegó a mis manos. Entre otras cosas, en el vídeo se recreaba una hermosa leyenda acontecida en esa localidad, pero se dio la circunstancia de que esa misma leyenda yo la conocía, pero acontecida en Foz. Dicho comentario se lo hice saber al señor Pulpeiro el cual en un acto reflejo me dijo “oye Suso ¿por qué no escribes un libro sobre leyendas de Foz?”.

En un principio creí que era para escribirlo él, pero con los datos que yo le fuese aportando, pero al final, a mí se me cayó el muerto. Con el paso de los días me di cuenta que eran pocas las leyendas para un libro y fue cuando decidí incluirle las historias sobre Foz y sus gentes que desde siempre le escuché contar a mis padres en aquellas épocas en las que las comidas y cenas eran de tertulia familiar, porque ni teníamos televisión, ni radio, ni teléfono ni fijo y menos móvil, ni teníamos apenas juguetes, por lo que en las casas los hijos formábamos parte de esas gratificantes conversaciones.   Y en el libro conté todo eso: las historias, los cuentos y las leyendas que en mi casa escuchaba, cosa que las nuevas generaciones será imposible que hagan porque ahora no existe tertulia de familia, y hoy de lo único que se habla es de fútbol, pero de críticos de fútbol en el futuro solo podrán hablar cuatro y muy entendidos y ¡quién sabe si en menos de un siglo, el fútbol desaparecerá o se quedará en tan solo un juego de niños del patio del colegio! Yo lo veo venir.

Me preguntas si lo del libro lo volvería a repetir. Pues sí, lo volvería a repetir, pero como todas las cosas, lo intentaría hacer mucho mejor. Entre otras cosas, ya sabes que mi primer libro fue Foz, historias, contos e lendas (Foz, historias, cuentos y leyendas), pero también sabes que tengo otros tres: Foz, 101 fotos para a lembranza (Foz, 101 fotos para el recuerdo); Foz, a xanela ós nosos devanceiros (Foz, la ventana a nuestros antepasados) e Hidronimia e Historia da Costa de Foz. Los dos segundos son solo de fotos antiguas de Foz, y el último es de la recuperación de los nombres o topónimos que tienen las rocas, calas, entrantes, playas, etc., en la costa de Foz.


Conéctese al presente blog en unos días y seguirá leyendo la segunda parte de este diálogo...



martes, 25 de septiembre de 2012

14.318



Entierro de ostras...en alguna playa de Breizh.  Abril/2009


Estos son los días de mi vida.  Significan tan poco como la edad, y se conciben como suma y su pareja: la resta.  Miles miles miles.  Catorce miles y casi un año extra.  El número de los días de mi vida es un gran número, un largo número, que escribiría gigante en un papel y enseñaría a los fanfarrones de vidas eternas.

El punto en que ya nos cansamos de jugar a ser Diosa o Dios. Queremos  restar.  Cuando llego al peligroso extremo en que soy cometa y me perdí entre las nubes, de repente estoy a tus pies.  Cuando son tantos miles que no podemos seguir contando, aparece el cero.  Cero nunca fue nada porque es aceite real.

Personas humanas nosotras, que no concebimos el descanso, que buscamos la vida eterna literalmente en cara de religión o el amor eterno en cara de éxito.  Que no aceptamos la caída ni el Fin.  Miles que quedan cientos si descosemos unos cuantos s u f r i m i e n t o s. Y los días placebo ¿suman o restan?  Vive tus días como si fueran los últimos...pero ¿cuándo llega realmente el último? (Vivo como sí, pero qué quieres que te diga, me agota) pienso mientras busco la respuesta nebulosa en la espera.

Y en el tanto sigo contando y escribiendo. 14.550  18.990  26.867  palabras que son la cámara de lo más extraño del mundo: el mundo.  Miles de millones de personas, pronto habrá que vivir en el mar.  Porque los números consumen y mucho, cuento, cuentas.  En nuestros tantos descumpleaños.

Se te alisarán las arrugas cuando vivas en el mar.  No obstante consume esa crema antes, pues tiene fecha de caducidad. Calla y mata, traga. Son solo bichos que reposan en espuma plast. Bichos del mar.  Mar que imitará al amniótico porque los ciclos ciclos son. Comes, duermes, pares, mueres: miles de millones de años.  El vértigo que sientes es el efecto de ese chicle de la vida que mascas y gastas anodina y numéricamente, buscando desesperado el sabor.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Ni que fuera Okiku

Foto: Masatora






Ni que fuera Okiku
 jugándose
la vida en un lance
de una o dos páginas


Hoy al Este
mañana al oeste

Poco importa
ya la honra

Canto fugaz, sombra que vuela
ave migratoria, una sola pluma


ºPoesía elegida por Seiichi Hayashi para su perturbadora elegía roja, poemario en formato de nuevo manga, que debe leerse en la tradición original japonesa: de derecha a izquierda.  Sekishoku elegy, traducción de Víctor Illera Kanaya, Editorial Rasquera (Tarragona), Ponent Mon, 2008.

jueves, 20 de septiembre de 2012

De autorías y dominios

Foto de Xesús do Breogán en Finca Galea.  Alfoz (Lugo)
En cuanto a la ausencia de firma en mis artículos, aclaro que cuando no figura, son siempre de mi autoría.  Las personas que colaboran siempre aparecen con su nombre y apellido o pseudónimo.  Lo mismo ocurre con las fotos.  Resulta demasiado reiterativo plasmar mi nombre a cada rato.  Me siento como la pintora que no firma sus cuadros.  Aun así, creo en la apropiación del saber y en la honestidad y por ello confío en aquello de la "buena voluntad, para que no se lleven nada sin citarme o citar al resto de autores/as que colaboran conmigo. Por ahora este es mi creative commons personal.

                                                                                                             Rosanna Moreda

sábado, 15 de septiembre de 2012

Rêves chinois...3eme partie

El triciclo oportuno
Dormir en la calle: desaparecen, más bien son fulminadas las diversas apropiaciones del espacio público, en el mundo.  Un acto necesario convertido en delito o en el mejor de los casos mirado con recelo como paso previo a la coacción.  Comer en la calle por el contrario es agresivamente incentivado.  Porque comer es consumir, antítesis del dormir: morir un poco cada día.
La pasajera duerme de pie. Las/os torturadas/os en cárceles también suelen dormir de pie.
El tren: ¿un espacio donde el dormir es compartido, entendido y practicado en todas las culturas? Vehículo que nos transporta a otro estadio físico y mental.  El sustituto perfecto del coche cuando la tierra ya no aguante tanta máquina.
Tiempo para el descanso también en el bazar. 
Tiempo para soñar que la vida existe fuera del bazar.

La nostalgia en el país de los sueños.  Última dosis de la impactante serie durmientes en China de Julia Sánchez-Cerezo.  La fotografía como forma de invasión necesaria para vestirnos con otras pieles, viajar, comprender...




jueves, 6 de septiembre de 2012

El señorcito: un cuento de Carolina Temesio


En algún lugar de la ciudad vieja montevideana... marzo/2012



Amores y amistades, amistades y amores.  En algún momento se inventó con fatales consecuencias que el enamoramiento:(suceso de atracción mágico idealmente simultáneo, donde el centro de la chispa ocurre fuera de una misma); brota solo en parejas.
Más puntos para la dupla instaurada a golpe en el yunque, que ya no tenía pocos, y menos para un tipo de relación crucial y eterno, si se utiliza con tiento la regadera y si se aplica la política además del lazo de afinidad.  Más que nunca, la amistad es como todos los ámbitos, una relación política.  Te posicionas y me posiciono ante una necesidad, una ventura, un problema, incluso un silencio.  Buscamos al otro que queremos cuando ya las luces del baile no encandilan, también cuando las luces del baile no encandilan.   No solo se vive, también se desprende y se arriesga en la amistad.

También es el puñado de arena fina, donde al abrir la mano quedan unos pocos granos, puro asbestos.  Cuantos más años, más difícil la obtención del polvo cegador y duradero= más soledad asumida como el espacio digno que elegimos habitar, antes que mentir (nos) con risas sobre nudos que no existen, que quizá no existieron fuera de la viñeta.  No se trata de exigencias o idealismo, o se trata de ello pero no como fin.  Es una lucha por buscar el cordón primero e intacto: el enamoramiento y la pureza, que no solo entre parejas se vive.

Carolina Temesio es una amiga montevideana, lo de escritora fantástica viene después.  Puede que el tiempo haya ayudado en la pócima.  Dulce de membrillo va, dulce de membrillo viene, palabras que escribió ella misma en su momento y que ahora yo hago resucitar; se fue tejiendo esta amistad: /Ya no lastima mi birome en tu piel, me cuido de ello/ Lapsos en el medio, sí, como espacios entre películas, que ella supo entender. Regalos de la vida para asentar tanto vaso de pensamiento.

Palabras del sur: música para los ojos, su ambientación del Uruguay entrañable, desbordante y atrevido ante el límite de la categoría, es todo un banquete de masitas, y éste su señorcito, una historia mínima sobre la máxima del ande enérgico del bandoneón.  Sobre el amor, siempre, y su sinónimo: la amistad.



El señorcito



El sol quemaba el pasto y las espaldas en Villa Sanducito cuando llegó un señorcito en bicicleta, de edad incalculable, pero calculablemente viejo. Arrimó la bici al alambrado y la dejó apoyada contra el poste como si éste fuera su palenque. Se sacó un palillo del ruedo del pantalón gris, y sin dubitación ni demora se dirigió al centro del parquecito en donde estábamos bailando tango. Venía con un saco que pretendía elegancia vespertina, o fiesta, o alguna ocasión especial porque era con cuello y solapa, y abrigadísimo para la tarde calurosa que hacía. Yo tenía la camiseta tan transpirada que se me pegaba a la espalda. El, como si no necesitara preámbulo ni explicación, como si el tango le estuviera quemando en los pies sedientos tanta lejana quietud, se detuvo al borde de la pista improvisada. Miró a su alrededor con una sonrisa, buscando pareja para el baile. Entonces le estiré la mano y me estiró la mano. Ese gesto recíproco y universal nos unió, y con delicada liviandad me llevó bailando sobre el pasto, con pasitos firmes y armoniosos. Se movía como si el latido del corazón le acompañara la música de memoria.
Luego jugamos y yo no sé si mi señorcito jugó, porque no pude prestarle atención. Habré estado tensa, procurando que el clima se fuera dando, que las consignas cayeran entre el sol y las rondas y la gente bailando, y siguiendo la pista.
Avanzada la tarde supe qué era lo más importante que me había pasado desde que me había levantado a la mañana en Montevideo. Evidentemente, sin mucha demora se colaría mi pregunta clásica, la que me tortura. La pregunta que le hago a todos y me hago a mí misma en intento obstinado de trazar círculos que develen el caprichoso recorrido que nos junta y nos separa.    
                  
  ¿Señor, usted como llegó hasta acá?
Fue suficiente. Alcanzó para que en mi mapita pusiera una flecha más, que uniera dos puntos y luego se perdiera en la maraña de trazos que van y vienen por un mapa sin terminar. Supe que el señorcito, y lo llamo así porque mi paisano era un lord, era un alguien que no sé ni cómo contar, un personaje de fantasía y de sublime buen gusto; había estado el sábado anterior en la plaza de Durazno y había disfrutado como un condenado bailando tango en la peatonal. Había ido y vuelto sin preguntarse siquiera lo que a mí me persigue y en su caso sería mucho más justificable.       
          
 ¿Cómo fue que llegamos hasta acá?
Cuando terminó nuestra intervención en Villa Sanducito, lo volví a encontrar con la mirada, lo vi, junto a su bicicleta, su saco cruzado en tonos grises y pasteles, su estampa de sonrisa, de gente fatalmente simple. Con los mocasines llenos de polvo se montó en la bici.
Nos regresamos. Las ventanas del ómnibus que a la ida se habían llenado de reflejos verdes de campos mudos, de cielos planos, de islotes de palmeras equivocadas, de puentes y charcos y preguntas, o de arroyos pedregosos, ahora volvían oscuras de noche, de párpados entornados y cantos suaves, de gente que ya no estaría sonando su voz y diría chau, ya lloré, ya fui. Ahora me quedo, no tengo otro lugar que albergue tantos ratos sin miedo.

Carolina Temesio   23 nov 08

domingo, 2 de septiembre de 2012

La muerte y el color



Blanco o negro son dos colores clave asociados a la muerte.
¿Cuántas culturas le asignarán el añil o el naranja,
el azul eléctrico o el verde hoja a este segundo estadio de la vida?
¿Existirá alguna?
Quisiera saber de ella.

Recuerdo a María, mi abuela paterna.  Vistió siempre un elegante negro por sus varios lutos.
En una ocasión la vi llevar algún objeto en malva, quizás un pañuelo, y pensé con mi mente de niña, que ese detalle en el color de las mujeres en su versión más suave, era magnífico, un complemento con luz propia al negro.
Ahora que la muerte se esconde, que escondemos el dolor de la muerte, la decrepitud, el temor,
la fatiga y disputas, las penas y la vida larga que van a dar en muerte, ya no necesitamos del color de la señal para que nos miren con ternura, piedad, empatía o respeto.

Debemos afrontar la muerte escondiendo su ajuar completo en el armario.  En su imprescindible libro La pérdida de un ser querido: el duelo y el luto, Marcos Gómez Sanchoº afirma con melancolía política:

"...Hoy nadie se viste de negro.  La tanatofobia de nuestra sociedad llega al extremo de no tolerar que los dolientes se vistan de negro para expresar su tristeza. Una sabiduría milenaria estableció la costumbre del luto con fines concretos.  De alguna manera, quien estaba padeciendo un duelo, lo hacía públicamente a través del color de sus vestiduras.  De esta manera la gente le preguntaba y él se sentía socialmente autorizado, incluso estimulado, a contar lo que le había sucedido.  De esta forma, como veremos después, la sociedad estaba facilitando la elaboración del duelo cuya condición primera y muchas veces ineludible, es la posibilidad de exteriorizar la tristeza.  Hoy, cuando una persona intenta contar a sus amigos o compañeros de trabajo su soledad y pena por la muerte de un ser querido, enseguida le cortarán el discurso con argumentos tales como "tienes que ser fuerte", "la vida sigue", "no te atormentes, que no sirve de nada", etc.  Frases dichas con buena intención pero absolutamente inútiles a quien está padeciendo un duelo.  Realmente, lo que sucede es que nadie quiere o queremos escuchar ninguna cosa relacionada con la muerte.
Algunos familiares de enfermos nuestros nos han dicho las dificultades que han tenido al querer vestirse de luto para expresar su tristeza.  Así lo expresaba el poeta J. Sabines:

                                                                                Y es en vano llorar.  Y si golpeas
                                                                                las paredes de Dios, y si te arrancas
                                                                               el pelo o la camisa,
                                                                               nadie te oye jamás, nadie te mira..." 
 
Cuando dejé Galicia con catorce años, las ancianas de negro caminaban integradas por completo en campos, montes y playas con la serenidad y entereza, con el alivio místico que el color negro les ofrecía.  El luto era el lazo imprescindible con el más allá, con los seres perdidos, con la presencia física de lo no real, acto perfectamente chamánico.  Cuando volví de visita luego de quince años de ausencia, me asombró no ver ninguna anciana de negro.  No vi ni un solo pañuelo atado a la cabeza, la ropa de señora colorida y metaoccidental, las permanentes... habían llegado también a este ocaso del Cantábrico.  Se lo pregunté a una amiga de la infancia, que adónde habían ido a parar las ancianas y  su/mi color preferido:el negro, y se llevó las manos a la cabeza:  " Cala, cala... menos mal que as vellas deixaron o negro dunha vez...menos mal..."

Mi respuesta fue un silencio y un mal sabor de boca que me guardé para mí.  Ya no sabía adónde debía recurrir para encontrar alianzas y guiños con la muerte, pues habían sido depuradas, desinfectadas= exterminadas incluso en los pueblos de Galicia.  Pero no me rindo y sigo buscando, la cura integradora del miedo insano, del pavor que surge de lo prohibido y tachado de sucio, de lo que sellamos con litros de cola y enterramos.  Cuánto dolor menos habría integrando esta otra cara de la vida que llamamos muerte con toda la naturalidad posible, como tantos pueblos melanésicos y amazónicos sólo por citar algunos, que se aferran a espíritus transformados en fetiches: desde una piedra a un simple objeto. Cuánto sufrimiento se ahorraría si no nos empeñáramos en convertir a esta desconocida dama en paria...

vistiendo su color, danzando su aire, cavando con su guadaña,              

Viviríamos porciones de mimetismo con sufrientes que intuyen que nuestro consuelo está empapado en lástima, si deconstruyéramos de parte a parte este impresionante tabú, entendiendo que la muerte es y siempre será una parte no tétrica sino animal y necesaria de la vida.  Se extraña una terapia no aterradora.

Por eso el color de fondo de mi blog en respuesta a todos los asombros: negro como no podía ser de otra manera, letras de vida blanca nadando para siempre en un luto del que yo no me avergüenzo...



º Gómez Sancho Marcos: La pérdida de un ser querido, el duelo y el luto, Madrid, Arán Ediciones, 2004, p.37.