jueves, 19 de noviembre de 2015

Escritura que acaricia




Sabía cómo encontrar lápiz y papel para escribir otra carta a su hermano.  Intuía, sin saber por qué, que disponía de más tiempo y encontró de repente cierto parecido entre la escritura y las caricias, entre las palabras y el afecto, entre la memoria y la complicidad.

Alberto Méndez     Los girasoles ciegos