sábado, 31 de diciembre de 2016

I began to get angry



I began to get angry and wondered why some people are so afraid of 

the power of the mind and of thought. Why did they think that 

sending the brightest young people in China to military training

camps would be good for them, or for the country?  How silly, I

thought.  And I also considered that some people just don't 

understand that the journey of the mind is never deterred by 

physical hardship.  In fact, probably, just the opposite.  The more 

people suffer, the more they search for answers.  My heart felt the 

weight of a profound sadness.  Camps and mass rehabilitations had 

been the trademark of the Cultural Revolution.  Now, twenty-five 

years after it had ended, people were still being marched to these 

camps to be 'educated'.

                             Diane Wei Liang
                            Lake with no name

                              
                        


jueves, 29 de diciembre de 2016

Antros del amor callado


Guaridas de no retorno
donde tiembla el tiempo entre los pliegos
cuántas veces deseé ser eso, simplemente el olor oculto
                                                   del libro usado

que rasguña capilares neuronales y sacude todas las papilas
allí dentro.  Allí al fondo.  Casi una cuestión de hormonas,
de onanismo incluso. Elevado a ese punto donde se estira
el grito no emitido, el del máximo placer.

El grito sordo que provoca el trueno del lenguaje condensado
en bacanal y eternidad

Cobijo de borrachos quisiera que fuerais también, librerías.
Para cuando, al levantar la cabeza de la hoja, comprobar
el sentido, la congruencia.

Y así, mientras deliro lo imposible y me hundo en vosotras, cuevas de tantos mundos, tan ostentosamente posibles,
acaricio la mancha, la marca, la fecha. La firma.

Esa vida que alguna vez amó este libro,
 y yo reviví.

lunes, 26 de diciembre de 2016

La noche vierte

Porto

La noche vierte sobre nosotros su misterio,
y algo nos dice que morir es despertar,,,,,,,,,,

jueves, 22 de diciembre de 2016

Un dictador nunca será un ex



Un expresidente siempre será un expresidente; un dictador nunca será un ex.
(Porque se nos quedó adentro).

                                                                      Alejandro Quino

sábado, 17 de diciembre de 2016

So many just like you

Acuarela de Herminia Delgado-Núñez

    You do not need to hide your names, today there are so many just like you
                                                                          
                                                                                      Li She, ninth century         

viernes, 9 de diciembre de 2016

Lélek

Cortesía de Zaida Fernández


Un relato poético de los que  me gustan a mí, con un pie aquí y otro allá, escrito por Krisztián Réfi, un autor húngaro de tan solo 18 años participante del taller de creación narrativa que imparto de forma itinerante en su país desde hace unos cuantos meses. Krisztián promete, por su forma humanitaria de configurar el horror. Aunque no sea precisamente "humanitario" el concepto exacto que lo define.  También es afortunado por la apabullante poesía que contiene su idioma, del cual en ocasiones realiza traducciones literales para llevar al español que ya domina.  Tales trasplantes son insustituibles. Alguien que denomina al cuerpo "domicilio natural" tendrá siempre, siempre a las letras de su lado.   
                       
                       Y sobre el título, hermosa palabra cuyo significado es alma.



Lélek


La sensación ardía su piel desde adentro, desde los inicios. Se olvidó de cuándo había entrado en este estado anormal, en el estado en que sentía nada excepto el fuego quemando su interior. Se olvidó de su nombre, de su vida, de todo lo que era parte de su estructura. Tenía la sensación de flotar en el mundo sin objetivo, sin ninguna meta. No podía saber si había muerto o si seguía viviendo. Esta cuestión le consumía como si millones de carcomas le estuvieran devorando sus interiores pedazo a pedazo. 

Como flotando en el océano de la nada, notó un cuerpo acostado abajo de él. Tenía un deseo fuerte de tocarle pero no se podía mover. Por alguna razón sentía este cuerpo suyo e intentó moverse otra vez con desesperación. Un médico apareció de repente para chequear el pulso del cuerpo. Había una máquina instalada al lado de la cama en que el mismo estaba estacionado. El doctor continuó tocando el cuello del paciente buscando el pulso por unos segundos más. Retiró la mano y salió de la habitación. Entonces, él se encontró solo allí nuevamente mirando al cuerpo, intentando ocuparlo. Esta vez se movió, fue capaz de volar hacia la cama. A pesar de todos los esfuerzos, no pudo entrar en él. Había una pared invisible que no le dejaba acercarse a su domicilio natural. La desesperación aumentaba y aumentaba dentro de él y una emoción asfixiante inundaba su espíritu poco a poco. La puerta se abrió y el médico regresó con una enfermera. El doctor escribió algo en un papel mientras que la mujer apagaba la máquina conectada al cuerpo. En ese momento un soplido de aire helado congeló su alma (su „lélek”) dejándolo temblando de frío. 

La tristeza y el miedo relevaron a su desesperación, trayendo la oscuridad de lo desconocido. 

Minutos o quizás horas pasaron hasta que la oscuridad se descompuso. Vio al médico nuevamente, ahora estaba poniendo una cubierta encima del cuerpo, después lo empujó fuera de la habitación. Él salió también flotando al lado de la cama. Fueron a través de innumerables corredores y al final llegaron a una sala con un texto en la puerta que decía ’CREMATORIO’. El lugar emitía el sabor de la muerte, el calor del fin eternal. El doctor abrió la puerta y entró con el cuerpo. Los hornos trabajaban sin descanso quemando docenas de muertos. La sala estaba llena de gritos, los gritos de los fallecidos. Estos no se oían en el mundo material pero él oía cada uno de ellos perfectamente. Ya estaba en otro mundo, otra realidad, el más allá. Era otra dimensión que ni el médico, ni la enfermera, ni nadie comprendía. Fue entonces cuando entendió que no estaba vivo.                     Él había muerto. 

domingo, 4 de diciembre de 2016

Ni la ciencia ni la magia

 

    Ni la ciencia ni la magia pueden vencer al dolor. No sin apagar mi intelecto, y yo no deseo eso. Por alguna razón, sospecho que la Muerte no es más que un paso a otra existencia en la que no hay que cargar con el cuerpo. Algunas personas ni siquiera se dan cuenta de que mueren. No me preocupa enterarme, siempre que cese el dolor. Por tanto, mi voluntad lo facilita, y estoy preparado para abandonar la vida...

                                                                                           Anthony Piers

miércoles, 30 de noviembre de 2016

Missing her not lost love

Buda
                                                           ¿Cómo odiar a las amantes

                                                                 que enlazan sus lenguas de fuego
 
                                                   en el vértice exacto donde las últimas nieves se quiebran?

                                                                            Seres así, jamás te abandonan.

domingo, 30 de octubre de 2016

Fiel incógnita

Fouce   Asformigas


Para ser una niña tan pequeña, sabía mucho de descansos eternos.

En cada entierro, besaba su primer diente de leche, que llevaba colgado
para no olvidarse de aquella tarde de carnaval que olía a orejas anisadas.
Para no olvidarse de su hermano, del lápiz, de la hilacha de sangre en su boca
producida por el preciso impacto.

Cuando le permitían besar al muerto, saboreaba sedienta aquel frío que era otro frío.

Siempre dudando de si aquella, como todas las muertes, estarían muertas.



sábado, 15 de octubre de 2016

Medusas


Me gustan las medusas. Viven suspendidas en el agua durante toda su vida. Es una maquinaria frágil y hermosa, tierna y delicada, pero a la vez vital y violenta: podrían matarte. Están a merced de las mareas pero imponen una sutil resistencia: se desplazan por medio de la propulsión con chorros de agua, se contraen y expulsan el agua desde el interior de sus cuerpos. Qué bonita metáfora, convierten su entorno en movimiento. Es precisamente de eso de lo que llevo hablando todo este tiempo. Hay pocas cosas en la naturaleza tan simples y tan complejas como las medusas, pero en realidad ese sencillo mecanismo es la base de la vida, todo lo que existe repite el arquetipo. Las medusas esconden también un hermoso secreto: su morfología es extremadamente simple, como una bolsa de basura vacía, pero sus patrones de movimiento no han sido descifrados por la ciencia, porque no solamente avanzan con su propulsión a chorro, sino que crean complejos vórtices en forma de anillo durante su movimiento. No tienen cerebro, sangre o sistema nervioso. Sus sentidos son primitivos y consisten de una red neuronal sencilla: ojos que pueden diferenciar la luz y la oscuridad y unas cavidades sensoriales que les permiten identificar presas potenciales. Es decir, no tienen cerebro y tampoco corazón. Así es como en realidad somos nosotros. Tú también.
          
Ignacio Gutiérrez Torrejón 

lunes, 10 de octubre de 2016

Sobrevivir no es delito

Vayan, vayan por mí, vayan!!!

viernes, 30 de septiembre de 2016

Look for him


Look for him a thousand times, turn around, he is standing
alone below the hazy light.

                                                                   Xi Qi Yi, ninth century

martes, 27 de septiembre de 2016

Microbipolaridades

El olvido y la
descompensación radical
del sinónimo
 
sémola que cae, pasiva, cómplice
y produce grumos definitivos de odio
 
 

miércoles, 21 de septiembre de 2016

My name is



Un nombre
 
es la única prueba eterna
del azar
 
 
 
 


jueves, 15 de septiembre de 2016

Minuto después y mientras


Minuto después y mientras


Débil .. la noche de mi vida
dios abre quieto la mano .. disparan los cañones
 luna comida en mal estado
no pudo soportar la paliza y asomó al ritual
ya muy pendiente
de la cruzada del momento poco visible
parlantes, almas, testigos .. prometen al culpable
un fuego alto sobre el campo y sus negros mares
en ningún lado, el espejo .. ha sembrado solamente terror
entre la espalda y la pared
a punto de desentrañar el secreto
cólera, y dijes que elevarán algodón y seda entreverada
luminoso borde del precipicio
caigo sin remedio por el hueco de un elevador pesadillesco
Oh, eternidad! nunca he podido nombrarte sin sentir
la vaga impresión de la mentira
cayendo al abismo sin palabras .. deliro
respiraciones y gemidos
el fantasma canta con voz de muerte
los coros infernales, siempre demasiado siniestros
cuerpo sin alma .. como una tumba
 todo infinitamente cae
revolcándose en la maldición de su escenario
los príncipes dirían; tinieblas!
yo en cambio, busco callada mi destino
dicho ..y qué?  .. bah, nada
no existen horas ni días ni meses
olvidos de la imagen y la semejanza
de sentir el cuero de la primera fruta
alimentó mis primeras fantasías
las violaciones de mi cuerpo
nos esconderemos de los mandriles de la emoción
podemos matar a un hombre
siempre y cuando los cerrojos estén echados por dentro
esta vez, tal vez .. no vine a robar joyas
vine por secretos mucho más valiosos
retiro lo dicho, no creo en la apariencia
sólo un idiota entraría aquí
Ilustración y poema: Jeanne Sosa

martes, 6 de septiembre de 2016

In media res



Cuando te llegue esa edad
curiosa, detenida en la avena
que pensarás durante horas si hervir o no hervir
porque tendrás mucho tiempo para hacerlo
                                     
                         mucho

La edad en que Borges acribilló con lamentos al poema

yo diría que sí, el refrán no suele errarla, y ya será tarde.

Y también dudarás (tus ojos afásicos recuperarán entonces un no sé bien qué)  
en alguno de esos momentos lentos, elásticos
hasta la locura,

si en el pasado, en tu pasado
qué pasaría
cómo sería ahora tu vida
si hubieras vendido

por un solo día tu cuerpo



sábado, 3 de septiembre de 2016

El adiós

Fiesta de las linternas,  Shanghái



El adiós

La sentencia era como esos calcos en que el relieve del amor
                                                                      deja un vacío semejante a sus culpas.
Me arrojaron al mundo en mi ataúd de hielo.
Una tierra sin nombre todavía corrió sobre este rostro
                                                                      con que habito en la desconocida:
era la tierra del castigo.
Era la hora en que comienzo a despertar entre los muertos
                                                                      con la evidencia de un anillo roto,
un vestido de momia desprendido de las vendas del cielo
y un espejo de sal donde puede leerse mi destino.
El porvenir no es nada más que mirar hacia atrás.

Debajo de esas nubes desgarradas
hay una casa en llamas
en donde los amantes trasmutaban en oro de eternidad el resplandor de un día,
o tomaban las apariencias de ladrones de pájaros
aprisionando entre los hilos del ocio las metamorfosis de sus propias imágenes.
Hay una luz dorada que hiere hasta las lágrimas;
hay un lecho también
como una barca invadida por el follaje del deseo
-unas hojas carnosas que exhalan el perfume de los más largos viajes-.

Y había siempre y nunca
como ahora vueltos de pronto boca abajo.
Corazón repudiado,
animal aterido en uno de los dos costados de tu sangre,
ignorabas entonces que tendrías la forma de un retablo de la creación hecho pedazos,
que alguna vez la noche del adiós te nombraría en voz muy baja
como nombra la soledad a sus testigos,
o como llaman aquellos que se van a los que nunca vuelven.

Ahora, de espaldas contra el muro que custodia el guardián de todo nacimiento,
sólo te quedan las apariciones,
el fantasma de un tiempo que gritará contigo en el estanque muerto de algún sueño,
cuando él duerme, tan lejos en su adiós.
Un soborno de plumas para una ley de fuego.


Olga Orozco

lunes, 29 de agosto de 2016

Una de cal y otra de arena

Fernando García Domingo


Es la verdad que te llama
y esos versos que queman
como hojas calcinadas
que estallan
pero solo lo adviertes tú
porque ya no piensas en palabras
otra cosa ha ocupado tu cerebro

pero dije mal, tampoco es poesía

es un aviso interminable
y es rabia de millones
batida lentamente, sin ruido

es la verdad que estrangula



sábado, 27 de agosto de 2016

En la cárcel

Sada

En la cárcel
 Uno... dos... tres... ocho pasos de largo,
 dos de ancho...
 La vida se cierne sobre mí como un interrogante.

 Uno... dos... tres... Quizá otra semana.
 O el fin de mes aún me encuentre aquí.
 Pero sobre mi cabeza... la nada.

 Ahora, en julio, cumpliría veintitrés años...
 Escogí número en un juego arriesgado.
 El dado da vueltas. He perdido.
 

jueves, 25 de agosto de 2016

La calumnia



William Wyler, 1961
 
El dúo Hepburn/MacLaine en esta película que entra de cajón en la categoría de “obligadas”, es memorable. Ver cómo ambas, aunque principalmente la segunda, se dejan la piel en sus respectivos personajes, es por otra parte conmovedor. Pero conmueve más aún la trama, sentir cómo esta va creciendo y tomando la forma de todo drama cuando es llevado con brillantez y una muy poderosa crítica a la hipocresía de una sociedad burguesa occidental a principios de los años 60, perfectamente extrapolable a nuestros temibles años actuales.
 
Otro gran atino de la historia es que Wyler introduce un elemento que no es para nada frecuente en el cine, se trata de la atracción lesbiana, más allá del manido morbo erótico que tanto éxito parece tener en una amplia camada del público masculino. Wyler se ubica a años luz de esta tentación y se concentra básicamente en que esa punzante crítica se focalice en la repulsión que el prolijo colectivo “family land” de antes y ahora, de acá y acullá, parece sentir por las parejas de lesbianas. Doblemente si estas son maestras. Quizás esa carencia de ingredientes lesbo-eróticos en la película sea el motivo por el que no haya tenido la repercusión mediática esperada, lo cual convierte al director en un ídolo. Porque en esta historia no hay ni un beso, ni toqueteo alguno. Eso sí, hay abrazos. El intenso y prolongado abrazo de Martha (MacLaine) y Karen (Hepburn) es, no obstante, de todo menos erótico.
Lo que se pone en juego en esta obra maestra es una de las realidades que más duelen: la soledad que nos invade cuando decidimos ser lo que queremos ser. Pero Wyler nuevamente se atreve a ir más lejos, maneja las riendas del tema de la guerra entre el poder y la vulnerabilidad humanas a la perfección, sabe muy bien cómo hacerlo. Va más allá haciendo que Martha sea una pieza clave en el macro proceso del ser-robot que la sociedad reclama para cada uno de los seres vivientes: el autocastigo, la autocensura a su condición de lesbiana. He aquí la encrucijada: una alumna maliciosa del internado femenino donde las mencionadas mujeres son maestras decide “inventar” que ambas son pareja y que practican sexo en el colegio.

De modo que sin comerlo ni beberlo, desde una calma sobrellevada que permite al menos poner el careto esperado y hacer el papel, la mentira funciona como el elemento discordante, la turba caótica, el disparador de una verdad que Martha nunca se había permitido enfrentar. Una verdad, por otro lado, muy insolente, muy afín a la mentira, un espejo, casi un igual. Solo en las buenas representaciones de la realidad vemos fundirse a la una junto a la otra y La calumnia es una de estas representaciones.
Aquello que enterramos es lo que deseamos, y lo otro ¿qué es? Puro abismo interior. El tipo de abismo interior que pasa factura cuando obliga a Martha a cometer suicidio. Ya va siendo hora de crear otra palabra para el crimen que implica que un caprichoso juicio social (cocinado a fuego lento de milenio en milenio, de cultura en cultura) sobre algo tan intocable como la preferencia sexual de una persona lleve a la misma a fugarse de este gran anatema al que nos referimos con tiento como “mundo”.

Publicado para la revista de información cultural Culturamas
el 29 de octubre del 2015

domingo, 21 de agosto de 2016

El mensaje


Porque los muertos no pueden contarte la inmensa verdad de sus leyendas, porque lo que nunca más sabremos donde están secándose en la noche no pueden gritártelo, porque los que enmudecieron de terror han perdido la articulación de sus mensajes, por todos ellos, te acerco mi palabra que no es mía.
Son ellos los que quieren acariciarte en el silencio de sus invisibles estandartes. Ellos se acercan a ti, con sus huesos flotando en los horizontes de la dignidad, para que sepas de sus hermosos rostros, de sus ojos de sed, de sus amores majestuosos, de sus devociones y milagros.

Ellos te piden la memoria, te invitan a que siempre tu rabia prevalezca frente a la crueldad y el espanto, claman por ti la acción de tu esperanza, te necesitan de pie castigando la injusticia.

Ellos, que se van haciendo polvo en el polvo de tantos caminos, ellos, se sienten compañeros de tu destino, viven sus muertes para que tú puedas besar, andar de novia con la luna si quieres, para que culmines con éxito tus estudios, para que puedas soñar en paz el futuro de tus hijas, para que sientas la libertad en tus pupilas, para que no sepas del dolor, y tu sangre, siempre, te camine pasajera por adentro.

Ellos han muerto por ti, por el cascabel de tu sonrisa, por tu derecho a todo, por tu corazón de gigante. Han muerto durante horas y días y años para llegar a ser raíz del sol en todos los horizontes. Ellas me han dado este mensaje para ti. Tómalo y vive.


Eduardo Mazo, Barcelona, 1982

Agenda en llamas



miércoles, 17 de agosto de 2016

El secreto reside en los nervios



El secreto reside en los nervios.
En los nervios que se tensan y alargan para alcanzar los bordes de la sociabilidad y el amor.

Los bordes espantosamente afilados de la sociabilidad y el amor.

Yo perdí mis dientes en el altar de los sacrificios humanos.

Roberto Bolaño, Amuleto

viernes, 29 de julio de 2016

En el principio, la arruga

De Pizzol-cementerio de Colonia, Uruguay

En el principio, la arruga

Jugaba al fútbol con el entusiasmo rozagante de quien todavía no conoce el mundo, pero su tos cansina se quejaba por él. Entonces a ella se le ocurrió investigar.  Quiso saber qué tipo de enfermedad tenía el niño. Fue un mediodía de recreo en el liceo, y la pelota gastada, la de siempre, se movía enloquecida de un pie a otro pero sin prisas.

Porque al tiempo le gusta capturar redondeces dominantes y adoradas, en movimiento perpetuo. Y pueblos concienzudamente ocultos como Nueva Helvecia, donde los muchos sinsentidos son delicias.  Donde podrías aspirar si te concentras, todos los olores cítricos del silencio.  Y nada más.  Porque no hay nada más. Silencios atrevidos como solo albergan las llanuras, que huelen a palmerita y a las arenas desérticas que casi están, que podrían ser.  El tiempo juega a detenerse justo ahí.  Ahí donde nadie mira.  Juega con estas cosas que en el fondo, le parecen nimias.  Hasta que un día, ¡zas! Se cansa de la belleza de lo pequeño, e insiste en probar con lo grande, con lo serio.  Elige el momento preciso, más bien crea el momento, pues su inteligencia, aunque no lo quiera, aunque lo niegue, es humana.  No sabemos cómo llegó a enterarse el tiempo de aquella dolencia casi única en un niño muy amado de un pueblo chico del Sur de América. Cuando montó en su flecha y salió veloz en busca de ese nuevo bocado, el niño ya había envejecido como veinte años, lo que equivale a dos de los nuestros.  Aquella noche, en su cama, el niño, en un hilillo de voz le habló a su madre:

- ¿A vos no te huele raro?
- No, ¿por qué lo decís?
- Hay un olor extraño, como a asado, pero no es el asado de siempre.
- Te parecerá a vos mi amor, la carne a las brasas siempre huele igual...

Pero el tiempo, jamás imaginó que todos los juegos van más allá de sus propias reglas. Podrá convertir dos en veinte y cuatro en cuarenta, pero nunca, nunca conocerá la clave del inicio... al que no llega.  Ese inmenso umbral cuando, como dijo un sabio, se borran los contornos y la nota del corazón se para.

Publicado también en el blog de la Editorial Paralelo

sábado, 23 de julio de 2016

Prensado a mis entrañas permanece



Prensado a mis entrañas
          permanece

Hace un año vive conmigo
chupando mi sangre
mi sudor
mi sexo.

He intentado un aborto
pero este amor
no conoce la muerte.


Regina José Galindo en Poemas del alma



 

domingo, 17 de julio de 2016

Creative writing workshops in Budapest-talleres de creación literaria en Budapest

Phil library

Si te interesa aprender o practicar español desde una perspectiva de estudios de género, cultural y literaria, contacta conmigo. Ofrezco también talleres específicos de creación literaria en español. Las clases serían individuales o grupales. Precios a elegir. En Buda, en Pest o donde te vaya bien!!

If you are interested in learning or practicing Spanish from a gender studies perspective and cultural and literary as well, contact me. I also offer specific creative writing workshops in Spanish. The classes would be individual or in group. Rates can be chosen. In Buda, in Pest or wherever you feel like!!         romoreda@hotmail.com     


viernes, 8 de julio de 2016

Éter de diamante y de hierro




Bienvenidas las suaves comezones de la nieve!
llorando dinero! llorando por los hombres!
la ira, la enfermedad, encienden mi corazón
ah, la peste! mis manos llenas de gusanos para ti, ángel
ángel, olvídalo.. a decir verdad me sentiría feliz
si aceptaras este obsequio de mi esperanza dolorida
quizá un poco .. así parece
ella dice, claro que te quiero!
ella quiere conocer al diablo
tanto comimos hace mucho tiempo
que nuestros vientres quedaron dibujados
y después subimos a la montaña
ya hemos hablado sobre eso .. no lo entiendo
no es así de sencillo
un hombre debe hacer lo justo
un miserable .. se consideraba poeta
y pintaba lienzos maravillosos, íntimos
he visto muchos .. la claridad le quitaba el sueño
y yo busco al que se ha ido, sutilmente
al que ha fertilizado y madurado como el trigo mejor
vivido por el fuego ofrecido, hace aquí lo que hace
y es lo mismo, no cantan los pájaros
ya no ríen los espectros
esta casa está vacía y negra como un sepulcro

                                                     Jeanne Sosa, Montevideo, Uruguay

viernes, 24 de junio de 2016

Privilege



En mayo del 2014, decidimos formar una Antología poética con 14 participantes.  Cada poeta, representaría un lema.  Pero no un lema cualquiera.  La idea era introducir en una palabra, aquellas realidades actuales que están envueltas en sangre, el silencio más doloroso y las muchas capas intermedias.  Y por ello animal, y trans, y alter.  Entre muchas otras palabras que generan diversos y muy radicales estados climáticos.  Donde suelen ser los cuerpos, los que operan como carnada para una mayoría dominante, que no soporta la diferencia y que por ello siempre estará famélica de matanzas.

Ya, a un paso de finalizar, y de haber realizado la mayoría de las traducciones, pese a que no hay contrato firmado con ninguna editorial todavía; estos poemas piden a gritos viajar por las infinitas vías de la red.  Porque supuran.  Y algo nos dice que su cicatrizar se basa precisamente en ello, en el movimiento.  Al menos movilicemos unos cuantos antes de su estrenarse en el papel.

Me gustaría comenzar con la primera poeta que descubrí en una conocida red social que comienza por F.  Ella es Christina Dhanaraj. 

Recuerdo que cuando traduje su primer poema de los cinco con los cuales participa en nuestra Antología que lleva por título 69 poemas de Mayday, tuve la sensación de haber encontrado una pieza clave.  Una pieza clave dentro de un tipo de racismo asociado al exotismo que hemos fabricado en Occidente.  La pieza clave era su voz, la voz de esta grandísima poeta de la India.  Sin intermediarios, incluso sin interpretaciones, exceptuando las que impone el ejercicio siempre imperfecto de la misma traducción.

Y como suele suceder, caí en una especie de admiración obsesiva, que llevó a que su magnífico poema: Privilegio, ocupara también un lugar primordial en esta tesis de doctorado que tantos dolores de cabeza está dando a una Academia acérrima, que se niega a cambiar.  Pero que aun sin darse cuenta, ya lo está haciendo...

Disfruten ahora Privilege de Christina Thomas Dhanaraj en su inglés y en mi español:



 

Privilege

There is no beauty in this ugliness; no, none at all.


There is no beauty in standing next to you, shoulder to shoulder, and see someone else holding your hand.


It is not cathartic to tell a story of brokenness, of vulnerability, to an audience white with privilege.


It is not romanticized history that I carry on my back, I show through my scars, and I sing about in my songs.

I’m not exotic.

I’m not beautiful; especially not because of my pain.

There’s no beauty in waiting, wanting, and losing.

And there’s no joy in chasing.

There’s absolutely no romance in breaking within or breaking up.

There’s no magnificence in shame.

So don’t come to me because you think I’m exotic; don’t come to me because you think my pain is my beauty.

My vulnerability is not my seduction; and it will never be your triumph.

Your eyes, they have to stop seeing me the way they do; with pity and helplessness.

My ancestors who broke their back and sacrificed their lives, who spoke of you with utter disgust, didn’t die in vain.

They warned me of you, and I’m warning you now; stay away and don’t come near.

Don’t talk to me like you know me; don’t fucking specimenize me.

I owe you no conversation, I owe you no friendship.

I will deprive you of the space you stole from my people; I will not adjust to let you speak.

But most importantly, mind you, I will fuck your privilege, and I will fuck it good.
Privilegio
No hay belleza en esta fealdad; no, para nada.
No hay belleza en permanecer al lado tuyo, hombro con hombro, y ver a otra persona sosteniendo tu mano.
No es catártico contar una historia de rotura, de vulnerabilidad, a una audiencia blanca con privilegio.
No es historia romantizada la que llevo a mi espalda, la que muestro en mis cicatrices y sobre la que canto en mis canciones.
Yo no soy exótica.
Yo no soy hermosa; no especialmente debido a mi dolor.
No hay belleza en esperar, querer y perder.
Y no hay alegría en perseguir.
No hay romance en absoluto en romperse por dentro o quebrarse.
No hay magnificencia en la vergüenza.
Así que no vengas a mí porque pienses que soy exótica; no vengas a mí porque pienses que mi dolor es mi belleza.
Mi vulnerabilidad no es mi seducción; y nunca será tu triunfo.
Tus ojos, tienen que dejar de mirarme de esa manera; con piedad e impotencia.
Mis ancestras, que se reventaron la espalda y sacrificaron sus vidas, que hablaban de ti con total disgusto, no murieron en vano.
Me advirtieron de ti, y yo te advierto a ti ahora; aléjate y no te acerques.
No me hables como si me conocieras;  no me especimenices joder.
No te debo ninguna conversación, no te debo ninguna amistad.
Te privaré del espacio que le robaste a mi gente; no voy a ajustarme a dejarte hablar.
Pero lo más importante, cuídate, joderé tu privilegio, y lo joderé bien.